Agusta y otros cuentos

De Blasis esgrime una prosa desnuda y directa. Oscilamos entre la sonrisa y el sarcasmo más hilarante.

Situaciones cotidianas que desmenuza y presenta como girones o retazos de una realidad que a ratos colinda con el absurdo.

Denuncia la vida impura y alienada del hombre de hoy. Llama a las cosas por su nombre, en un estilo perspicaz y vital, actitud humana que prefiere reconocer la crueldad del mundo, evitando el engaño y las mentiras adornadas de ilusión.

Sabores agridulces en base a la experiencia literaria de fértiles hallazgos, donde se descubren notas de ternura y adjetivación certera.

Logra el desafío de narrar a partir de una galería de seres y cosas de la cotidianeidad. En «Sonrisas de terror», junto a imágenes poéticas, hace un homenaje explícito a Poe. En «Transferencia», nos sorprende con la relación entre una escritora y su lector, revelando en el último párrafo la elipsis cinematográfica. Nos deja ver a nosotros mismos en «Sociedad de consumo». El miedo está presente en «Pica’o de l’araña», un miedo más grande que las expectativas de la cópula inminente. Hay sinceridad y resignación en «El fantasma de la publicidad».

En estos relatos está presente nuestro Chile, sus personajes, dichos y costumbres, pueblos y campos, los cazadores, los perros, las familias, la condición humana retratada sin tapujos ni eufemismos, donde lo biográfico del autor es el espejo de nuestra sociedad.

Theodoro Elssaca

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